TODO EN LAS FINANZAS GLOBALES ESTÁ A PUNTO DE CAMBIAR
Y va a ser extraordinario. Todos se beneficiarán de ello, especialmente aquellos que son rápidos para comprender ese hecho y hacer algo al respecto.
Todo esto puede sonar como una serie de declaraciones radicales e hiperbólicas, o un argumento de venta, pero no lo es. De hecho, es una verdad bastante mesurada y racional. Pero para entender cuál es ese cambio y por qué va a suceder, ayuda pensar en la forma en que realizamos transacciones comerciales como un sistema operativo.
Y todos sabemos lo que es un sistema operativo, ¿verdad? Y todos hemos recibido esas molestas alertas sobre las actualizaciones del sistema: tiene nuevas actualizaciones para instalar. Hay un nuevo sistema operativo para instalar.
Todos hemos estado allí. ¿Y quién de nosotros no ha golpeado Remind Me Later? Pero todos eventualmente actualizamos, porque sabemos: un sistema operativo es el marco fundamental de cómo un sistema ejecuta un programa, se ejecuta en una función computarizada. Es iOS y Android; es Linux y Windows. Es el suelo bajo los pies digitales de todo lo que una computadora puede hacer y hace. Y si no actualiza el suyo, su computadora se ralentizará, los nuevos programas no se ejecutarán en ella y se quedará con una máquina más lenta, si no, en ocasiones, con una rota, por completo.
Antes, el sistema operativo para las finanzas globales era el papel: usted compraba una acción a través de un telegrama, y el Pony Express le entregaba un certificado de propiedad unos días después. Ahora, hacemos la misma función sobre sitios web, sobre aplicaciones. Pero ese papel, o datos en su aplicación, sea lo que sea, representaba una parte de una empresa; una inversión en un-ETF; tal vez un fondo mutuo o un bono. Y tradicionalmente, cuanto más dinero haya tenido, más acceso tendrá a varias inversiones. El sistema operativo es lineal y limitado; Ciertamente tiene sus defectos, pero funcionó, y hasta ahora, ha sido el mejor que hemos tenido.
ESTO ES LO QUE CAMBIÓ
Nos pusimos al día con el horizonte. Llegamos a la evolución final de la digitalización de esas viejas transacciones, y nos preguntamos qué era lo siguiente. Podemos realizar transacciones cerca de la velocidad de la luz: en nanosegundos, cientos de millones de dólares pueden moverse de un lugar a otro. Hemos puesto el poder del inversor en algo tan fácil de usar como una aplicación de entrega de pizza. Llegamos a una especie de techo.
¿Y porque limitamos la capacidad de la persona promedio para invertir en algo, o crear algo en lo que invertir, y limitamos la forma en que se puede invertir? Estamos limitando sus ideas. Estamos limitando nuestra propia posibilidad humana, estamos limitando los incentivos para que las personas innoven y revolucionen nuestro mundo. ¿Por qué?
TODAS ESTAS PREGUNTAS SOLÍAN TENER
Respuestas racionales a ellas, también. No podíamos simplemente comprar o invertir en cualquier cosa porque a veces era imposible: podías comprar acciones en una lechería, o podías tener una vaca, pero veinte personas no podían compartir la propiedad de una vaca de una manera simple y fácil. Podrías invertir en un fideicomiso de inversión inmobiliaria, o podrías comprar un apartamento y alquilarlo, pero no podrías invertir en una octava parte de un apartamento específico en tu cuadra, nadie quería molestarse con eso.
Tal vez sea porque nadie tenía una mejor idea, o una mejor tecnología. O tal vez eso es porque el poder, cuando se concentra, generalmente hace un buen trabajo al mantenerse así. Pero la digitalización del mundo nos democratizó. En lugar de que los periódicos sean los únicos medios de comunicación con distribución masiva, los blogs y las publicaciones de Twitter y Facebook nos dieron acceso a audiencias casi ilimitadas. En lugar de tener que ir a tu tienda de discos, y solo comprar el CD o el single, iTunes nos permitió comprar la cuarta pista del tercer álbum de un artista del que nadie conocías había oído hablar hasta que pusiste esa canción en una mezcla de CD, o ahora, una lista de reproducción de Spotify para ellos.
Estas pequeñas democratizaciones, la capacidad de dar a las personas oportunidades de comprar y vender cosas que nunca antes habían tenido, ya sea música, palabras o la cerámica más extraña que puedes encontrar en Etsy, ya han cambiado mucho, mucho en el mundo. Para compradores, para vendedores, para inversores. Por tu vida, mi vida, la vida de todos.
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